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LA LEYENDA DE LOS SANTOS REYES MAGOS DE TIZIMÍN

 

El Dr. Juan Rivero Gutiérrez en su libro “La Fiesta de Tizimín” nos narra estos sucesos:


    “Muchas personas están de acuerdo con la versión siguiente: que en un puerto muy activo de Europa del cual salían barcos para distintas partes del mundo, había tres personas que solicitaron paso en un barco que se dirigía hacia el Nuevo Mundo; que eran de diferentes colores cada una de ellas, siendo la más notable una de color negro y que estaban tocados de una manera rara, una con turbante, otra con un fez, es decir, un sobrero sin ala, otro con un velo sujeto por dos cuerdas, pero las tres usaban cubrenuca y albornoz o una especie de capa para protegerse de la baja temperatura o del sol.

El patrón del barco se negó a darles pasaje y cuando salió este se encontraron que estas tres personas estaban formando un grupo en la proa de la embarcación, cosa que disgustó mucho al capitán, pero ya los encontraba como pasajeros y no podía evitarlo.

Otras personas dicen que este puerto estaba situado en una isla sin poder especificar en qué parte del globo terrestre, pudo ser lo mismo Europa o alguna de las Antillas.

El barco desapareció y no se sabe que fue de él, pero en la parte norte del municipio de Tizimín, en las playas, aparecieron las imágenes en el borde del mar en la posición que están en su altar en Tizimín con el negro al centro; las olas no las hacían caer, siempre estaban de pie y mirando hacia Tizimín.

Cuando las querían levantar y llevarlas hacia un lugar que no era el deseado o mejor dicho el indicado, se hacían pesadas que tenían que asentarlas al suelo, donde quedaban con el rostro hacia Tizimín; en esa forma las fueron trayendo según el rumbo en que les era más fácil cargarlas, es decir, cuando eran livianas hasta que llegaron al cerro minúsculo que formó el centro de la población de Tizimín y allá se hicieron tan pesados ​​que hubo que dejarlas en ese cerro donde se les construyó una iglesia que el pueblo considera que es el santuario que ellos querían en la parte suroeste del convento de franciscanos, aunque mientras construían la iglesia, se les alojó en la base del campanario del convento franciscano y el pueblo los veía a a través de una ventana y le rendían culto en la explanada que se encuentra al oeste del convento citado y al norte del tiempo actual, que estaba en construcción.”


“Otra versión dice que no vinieron en barco, sino que apareció en una mina de tierra blanca o mar lo que combinado en Yucatán se llama sahacabera (sic) y el transporte hasta Tizimín se hizo según el relato. También dicen que esto sucedió cuando la persecución religiosa e iconoclasta preconstitucional.

       Otros dicen que descubrieron en una gruta o en una formación geológica propia de Yucatán llamada Aktún.

     También dicen algunos que aparecieron en las playas de Yucatán al norte de Tizimín, cuando a la vista de los indígenas se hundió un barco del que nadie se salvó”. (1976)



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